El agua de la red pública que llega a tu oficina puede no tener la calidad necesaria, ya que presenta microorganismos dañinos para la salud que son responsables de más del 90% de las intoxicaciones y transmisión de enfermedades por el agua. Estas pueden ser las causas de enfermedades infecciosas como: Anemia, Cólera, Dengue, Diarrea, Hepatitis, Malaria, Polio, Tifoidea, Úlcera, e incluso aumentar el riesgo de padecer cáncer.