El agua potable de la red pública pasa por un tratamiento, sin embargo, en el trayecto a nuestras casas se
encuentra expuesta a sedimentos, arenilla e impurezas que podrían perjudicar nuestra salud. Además, en
el tratamiento de agua de la red, utilizan cloro para la desinfección de microbios, virus y bacterias como el
Cólera, Dengue, Diarrea, Hepatitis, Malaria, Polio, Tifoidea, Úlcera, e incluso aumentar el riesgo de
padecer cáncer.